SINDICATO DE LA DRUMMOND, EN PARO
Y EN LA MIRA DE LOS RASTROJOS.
La semana pasada el grupo armado
los Rastrojos declararon en una carta abierta a los miembros del Polo
Democrático como objetivo militar, por oponerse a la entrada de multinacionales
mineras al país. También declararon a los miembros del sindicato de la Drummond
como objetivos, incluso Rubén
Darío Morrón -líder del sindicato y empleado de la multinacional
carbonífera- sufrió un atentado
en Barranquilla la semana pasada.
El grupo armado amenazó con
utilizar la violencia sin piedad ni temor alguno contra los activistas
sindicales, fijaron como hora cero el pasado 7 de agosto de 2013, amenazando
también a los sectores que se encuentran en paro (como el cafetero y el minero)
y acusándolos de tener un discurso subversivo, en la misma línea que las FARC y
el ELN.
En mi
opinión el país ha tenido ya suficiente violencia, y no solo esto, no es
posible que un grupo armado quiera intimidar de esa manera a activistas que
luchan por el medio ambiente. La ambición no puede ser más grande que la
conciencia de que si seguimos destruyendo nuestro medio a largo plazo las
víctimas somos todos.
Las
multinacionales mineras vienen a nuestro país y explotan sus recursos, beneficiándose
de lo que es nuestro, dejando daño ambientales irreparables, generando
contaminación que a la larga dañará la salud de los habitantes de las zonas
explotadas, pero no es solo lo que le pueden hacer al ecosistema, ¿Qué pasa con
nuestros recursos naturales?, ¿Quién será el dueño de los beneficios económicos
de lo que es nuestro?, ¿Por qué nuestro gobierno permite no solo que nos dañen
flora y fauna irrecuperables, sino también que se lleven lo que es nuestro para
su beneficio económico y no el nuestro?.
Los
grupos armados no pueden amenazar a las personas que se oponen a este tipo de
dilemas, pues las personas tienen derecho a no estar de acuerdo y a expresar
sus opiniones con argumentos y no con balas.
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