lunes, 2 de septiembre de 2013

Informe de lectura número 4

El compromiso con la verdad- J. Restrepo.

El principal compromiso de un periodista es con la verdad, su ejercicio laboral debe girar en torno a esta. El éxito de un periodista depende de que tan eficaz sea su búsqueda de la verdad y que tan dispuesto este  divulgarla, la ética del ejercicio periodístico gira en torno a este principio. La verdad se debe al público y es un bien de la sociedad, sin embargo, las realidades están en constante cambio y por tanto la verdad se ve afectada en este proceso, un periodista  puede registrar un hecho y este puede modificarse con el transcurso del tiempo. El periodista es un sencillo relator de verdades que se encuentran en desarrollo.

Como ya se dijo la verdad es un bien público por tanto no debe ser modificada para servir a ninguna conveniencia;  Otro deber ético del periodista es hacer un manejo adecuado de las fuentes que utiliza.  Uno de los principios es la selección rigurosa de nuestras fuentes que deben ser renovadas constantemente para no crear dependencias, a información que proporciona una sola fuente no es suficiente para argumentar un hecho como real. El periodista debe su lealtad a la verdad más que alguna fuente, la reserva de una fuente debe ser una práctica excepcional y no una norma general.

Hacer entender al público es otro de los deberes del periodista pues no basta solo con informar sino que se debe buscar ofrecer un servicio provechoso con el fin de mejorar la sociedad, ver no es entender y una verdad no está completa si los hechos no se entienden.
Para entender en una dimensión completa un hecho deben conocerse sus antecedentes, su desarrollo en el presente y dar alguna idea de lo que podría ser su futuro.


Por último la objetividad debe ser otro de los principios éticos inherentes a la práctica periodística. Se debe entender la objetividad no como  la falta de opinión ante un hecho sino como el deber de ser imparcial. Se debe hacer sentir al lector que uno trabaja para él y está de su lado esto le da al periodista el valor más importante al que puede aspira, la credibilidad.

Fuente: RESTREPO, J. El zumbido y el moscardón. México: CFE, 2005.

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